ORDENANZA

El 4 de abril de 1990, la ciudad de La Victoria, ubicada en el corazón del Estado Aragua, Venezuela, se convirtió en pionera a nivel nacional en la protección de su patrimonio histórico. En esta fecha trascendental, el Alcalde, abogado e historiador Germán Fleitas Núñez promulgó la primera Ordenanza municipal de toda Venezuela dedicada a la Protección y Conservación del Casco Histórico. Este acto visionario no solo reflejó el profundo compromiso de Fleitas Núñez con la herencia cultural de su ciudad, sino que también marcó un precedente fundamental para la legislación patrimonial en el país. Germán Fleitas Núñez, imbuido de un profundo conocimiento de la historia local y una clara visión de futuro, comprendió la urgencia de salvaguardar el núcleo fundacional de La Victoria. Su iniciativa buscó establecer un marco legal robusto para regular cualquier intervención en el casco histórico, garantizando la preservación de sus valiosas edificaciones y espacios públicos. La ordenanza se erigió como un escudo protector para sitios emblemáticos que narran la rica historia de la región, desde la época colonial hasta la gesta independentista.

La trascendencia de esta ordenanza radica en su carácter pionero. Antes de 1990, no existía en Venezuela una legislación municipal específica con el objetivo de proteger y conservar un casco histórico en su totalidad. La acción de Fleitas Núñez sentó un precedente inspirador para otros municipios del país, demostrando la importancia de la acción local en la defensa del patrimonio cultural.

Desde una perspectiva turística, la Ordenanza de Protección y Conservación del Casco Histórico de La Victoria ha sido un factor clave para el desarrollo de un turismo cultural sostenible. Al preservar la autenticidad de sus calles, plazas e iglesias, la ciudad ofrece a los visitantes un viaje en el tiempo, permitiéndoles conectar con la historia venezolana a través de sus monumentos y su arquitectura. El Cuartel General Mariano Montilla, la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe y la Plaza José Félix Ribas, protegidos por esta ordenanza, se han convertido en puntos de interés obligados para quienes desean explorar el legado histórico de la región.